martes, marzo 13, 2007

El Campeonato de lanzamiento de huesos de aceituna de Villabotijo

y el guisante más grande del mundo…

…O de cómo duplicar la duración de los telediarios dando la misma información.

Pues eso, que de un tiempo a esta parte la duración de un programa teóricamente de servicio público se ha duplicado o incluso más, de manera que antes si empezaba a las 3 del mediodía, a las 3:30 ya estaba el culebrón sudamericano de turno en marcha. Hoy en cambio llegan las 4 y todavía están emitiendo el tiempo. ¿Cuál es la razón?, ¿La mejora de las comunicaciones hace que se conozcan más noticias?, puede ser pero creo que no, las noticias de primer nivel siguen siendo las mismas. ¿Publicidad en los telediarios?, también, pero muy poca para tal aumento de duración. ¿El fútbol?, bueno, al fútbol siempre se le ha dedicado bastante tiempo, ¿Cuál es entonces la razón?, pues aquellas noticias que podríamos dividir en dos categorías: El Campeonato de lanzamiento de huesos de aceituna de Villabotijo y el guisante más grande del mundo. A continuación describimos ambas.

1) El Campeonato de lanzamiento de huesos de aceituna de Villabotijo.

Esta categoría supone unos 5 o 10 minutos fijos diarios, y depende de la cadena en que se emita. Se refiere a cualquier competición deportiva cuyos derechos de emisión posea la cadena en cuestión. Puede ser cualquier cosa: La Champions de fútbol, el mundial de formula-1... O el campeonato de lanzamiento de huesos de aceituna de Villabotijo. La cuestión es que la cadena emita dicha competición y por tanto se auto-publicite diariamente. Y dado que una competición deportiva difícilmente genera noticias más allá del día en que se disputa y que esos 5 o 10 minutos son fijos y hay que llenarlos, las noticias pueden ser directamente absurdas: "Pues sí, Pepito Pérez se equivocó de lata y lanzó una anchoa a 17 metros, obviamente el lanzamiento fue nulo, pero le ha servido para inaugurar categoría en el Guinness" o "Ahí vemos a Manolito Gómez entrenando, lleva 20 minutos y ya se ha pulido 3 latas".

2) El guisante más grande del mundo.

Y en esta categoría entran las noticias que se suelen emitir a partir del minuto 25 y cuya importancia informativa es nula y daría igual que se emitieran hoy, mañana o nunca, pero que tienen gracia. Sirven para que los presentadores (masculino genérico) desplieguen sus sonrisas más luminosas tras tanta desgracia como hay en el mundo, y son del tipo:

- Un granjero de Nebraska ha criado un rebaño de ovejas alimentadas a base de hamburguesas "Big Mac", las ovejas tiene el colesterol por las nubes y casi no pueden andar. En la lana que producen viene impresa la cara de Ronald McDonald.

- Muere en Filipinas el petirrojo más viejo del mundo con 14 años y 2 meses superando en 5 meses y 24 días el anterior récord.

- Un inventor japonés ha creado el primero horno en el que las pizzas se cocinan boca abajo.

...

Esta categoría tiene una particularidad, y es que su contenido es común a todas las cadenas y tiene una validez de 1 día completo, es decir, con la suficiente habilidad al mando a distancia puedes ver el funeral del petirrojo a las 14:28 en La Sexta, a las 14:32 en Cuatro, a las 15:01 en Tele 5, a las 15:31 en Antena 3 y a las 15:33 en TVE. Una cuantas horas más tardes, puedes disfrutar de nuevo del sepelio del pajarillo de marras a las 20:45 en La Sexta, a las 21:02 en Tele 5, a las 21:31 en Antena 3 y a las 21:33 en TVE. Supongo que también habrá sesión golfa del mortuorio en las terceras ediciones, pero ahí no llego, tengo que madrugar. Probablemente serán noticias de agencia que todos los telediarios reciben, con lo que me imagino el trabajo del empleado de la agencia encargado de seleccionar qué noticias enviar, ¿Sabrá ese hombre la responsabilidad que su puesto conlleva?, de esas noticias no se escapa nadie en algún momento del día, así que en su mano está decidir si todo un país debe saber que el centímetro más largo del mundo ha sido recientemente descubierto en Indonesia o conocer la entrañable historia de una abuela de 81 años que se ha lanzado en paracaídas para luchar contra el cáncer (verídica, es de esta misma mañana).

Y nada, me voy a comer, a la vuelta os cuento el final de la historia de la abuela paracaidista que en la sesión de la mañana me perdí el final.

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jueves, marzo 08, 2007

Ayer Eolo se levantó con ganas de cachondeo y sopló, sopló y sopló y no sé dónde andarán los 3 cerditos, pero a los 40 millones de españolitos las narices nos tocó. Hubo problemas en muchas ciudades, una de ellas Madrid, donde se desalojó el Parque del Retiro. Uno de los afectados por dicho desalojo fue un "amigo/colega/compañero/de pan" que no ha querido hacer público su nombre, así que nos referiremos a él como "X". El caso es que Jorge X ha querido inmortalizar su historia en uno de los foros de opinión más importantes. Al negarse dicho foro y los siguiente 450 consultados ha recurrido a mí. Y yo, ávido de historias y de que google no me cierre el blog por falta de actividad he aceptado encantado. Así que nada, ahí va la historia, eso sí, aviso que las opiniones de X Longarela no tienen porqué coincidir con las mías, ni las opiniones, ni el estilo literario, ni el olor corporal... en ese orden.


Qué me paso el miércoles


Hoy he leído que ayer se cerró el retiro debido a los fuertes vientos que podían ocasionar (como así fue) el derribo de árboles. No me sorprende porque ayer me echaron del parque precisamente por eso…bueno, lo intentaron…

Martes, 7.30 de la mañana: Aparco el coche en Barajas, había quedado para jugar un tenis en las instalaciones que hay en el parque del retiro y en vista del mal tiempo, lluvia y viento, me dejo los trastos (raqueta y pelotas) en el coche y cojo el metro para ir al trabajo.

Mismo día (a partir de ahora Md), 8.50: Le comunico a mi oponente esa tarde (compañero mío de trabajo) mi decisión, me pone mala cara porque él, por si acaso, si ha traído su raqueta.

Md, 10.00: Desde una ventana situada a mi espalda se puede observar como las nubes desaparecen y un sol radiante pugna por hacerse con el cielo madrileño, desde el puesto de al lado mi compañero de trabajo empieza a mirarme con gestos de reproche.

Md, 14.00: Aprovechando la hora de la comida nos dirigimos a las taquillas de las instalaciones para cancelar la reserva de pista hecha hace dos semanas, lo cierto es que el viento es muy intenso y pensamos que será mejor posponer el partido.

Md, 14.30: Mi compañero y yo estamos uno enfrente del otro con cara de circunstancias (adversas), no entendemos lo que nos dice el pollo de la taquilla, bueno, lo entendemos porque se expresa en un claro castellano pero no lo comprendemos. Si cancelamos la reserva por motivos climatológicos (lo cual no le suponía ningún problema) no nos dejan reservar ningún otro día del mismo mes a no ser que vayamos el mismo día que queramos jugar, con el consiguiente riesgo de que las pistas ya estén reservadas, vamos que perdemos la reserva (concepto por el que cobran 1,20 €/hora). Le tratamos de explicar lo absurdo de esa situación pero el hombre no se bajaba de la burra. En ese momento no se nos ocurrió darle una vuelta (como luego si hicimos) a la condición o cláusula que el señor esgrimía para la virtual perdida de reserva que suponía cancelar esta por causas climatológicas.

Md, 14,35: Voy en metro camino del coche a recoger los bártulos para jugar al tenis esa tarde. Hemos decidido que, con esas condiciones, mejor jugar aunque haga viento que exponerte a perder la reserva ese mes, además, el sol ya era incontenible y apetecía dar unos raquetazos.

Md, 16.00: De vuelta a mi puesto de trabajo con la raqueta, las pelotas (un poquito hinchadas ya…) y calzado con deportivas. Bajo a ventilarme un tupper de brócoli en cero coma en nuestro pseudo-oficce.

Md, 18.00: Sigue haciendo bueno ahí fuera y ciertamente ya apetece echar el partidito de marras…Nos cambiamos en el baño y partimos a ello.

Md, 18.15: La puerta de la estatua del ángel caído cerrada…curioso…

Md, 18.20: La puerta que sube hasta las instalaciones deportivas cerrada…curioso…cabreante…

Md, 18.25: La puerta que sale a Alcalá abierta, bien, vamos para dentro que andamos justos de tiempo. Al franquear la puerta una empleada del parque nos ruega que, por favor, no entremos que lo van a cerrar, el parque, si, el parque del retiro se va a cerrar por el peligro que suponen los árboles para los viandantes con este viento, el parque del buen retiro se cierra por primera vez en su historia en horas diurnas… Una vez superada cuatro embolias que se nos solaparon, una detrás de otra, en medio segundo, intentamos convencer a la mujer de que teníamos pista reservada desde hacia meses (todos sabemos que en esas circunstancias el tiempo es relativo y tiende a aumentar), muy comprensiva ella, nos dejo pasar. Escollo número uno superado.

Md, 18.28: Un municipal en una furgona policial nos invita a abandonar el parque, le explicamos la circunstancia de la reserva de pista, que en ese momento, nos parecía más importante que nuestra propia integridad, para que vamos a negarlo. Nos dice que no hay problema, que se van a cerrar las instalaciones deportivas sitas en el parque. Mi compañero de fatigas le dice que tenemos que ir a cancelar la reserva a lo que el municipal le reitera que no hay problema por eso. Trato de tranquilizarlo yo también: Si este señor nos asegura que no habrá ningún problema y que no vamos a perder nuestra reserva quédate tranquilo. A lo que contesta el policía: Bueno, yo imagino que no habrá ningún problema…Bien, ante la “seguridad” del municipal decido que mi única misión en la vida, este día, es llegar a esa maldita taquilla para confirmar la cancelación de la reserva de la pista de tenis. Estamos a lado de las instalaciones y le pedimos al municipal cinco minutos para realizar la gestión, transige.

Md, 18.30: Finalmente llegamos, estaba tan emocionado que ya me veía arrojando mi anillo al monte del destino…no fue necesario. Confirmamos la cancelación, pero ojo, esta vez nos traíamos la lección aprendida y bien estudiada la cláusula/condición por la cual virtualmente perdíamos la reserva, esta vez no nos dejaríamos pisar!!!

Tras escuchar el mismo razonamiento que nos habían dado por la mañana ya nos disponíamos a subirnos encima del poyete de la taquilla para darle más fuerza a nuestra argumentación, una vez más innecesario; un policía exigió la atención de la taquillera para acelerar la evacuación de las instalaciones e informar de las salidas habilitadas al efecto. Finalmente, la empleada detrás de la mampara, con comprensibles deseos de “evacuar” ella también, nos aseguró que no habría problema, nos apuntó en una lista y nos dijo que nos llamarían para ver de que modo compensar esta cancelación.

Md, 18.40: Bar “ni me acuerdo del nombre”. Ante un par de cervezas reflexionamos sobre que es más complicado que suceda: un conjunto de circunstancias que hacen que la tierra se interponga entre el sol y la luna provocando un eclipse de luna (observado este fin de semana) o el tenis “affaire” que hemos sufrido. La conclusión se nos revela rápida y con toda claridad: Cuando no está de dios…date por jodido…

Siguiente día, 9.00: Me dispongo ha escribir lo que me pasó el miércoles…

jueves, marzo 01, 2007

Los filósofos cagones
(un problema escatecnológico)

Cierto día en el baño de una empresa... bueno, quiero dejar claro que aunque narrada en primera persona, la anécdota que me dispongo a contar no me ocurrió a mi, sino a un amigo de un amigo de otro amigo, ya que yo soy una persona pulcra, limpia y aseada que no emite sonidos desagradables, ni olores desagradables y que, cual intervención divina, efectúo las deposiciones por ósmosis etérea. Pero volvamos al tema, el caso es que entré en el baño y las 3 tazas disponibles estaban ocupadas, sin embargo, había algo extraño en el ambiente, y no, no era el típico olor que estáis pensando, de hecho, lo extraño era la ausencia de dicho olor y el silencio absoluto que reinaba. Desde la época de lo fenicios (inclusive) es bien sabido que el acto y efecto de deponer requiere de un cierto esfuerzo y hace que la persona en cuestión gaste cierta cantidad de energía en la expulsión del material sobrante. Y un modo muy habitual y casi involuntario es proferir ciertos sonidos a la par que se expulsa la ínclita boñiga que denotan el esfuerzo que se está realizando, normalmente el volumen de dichos sonidos suele ser directamente proporcional al tamaño del objeto a desalojar. Pues allí había una ausencia total de sonidos. Extrañado esperé unos segundos... nada. Daba la sensación de que el silencio era voluntario, que estaban incluso aguantando la respiración.

Entonces vi la luz, y me vino a la mente uno de los más famosos problema en informática, en la programación de sistemas concurrentes, y es el uso de recursos compartidos, concretamente el problema de los filósofos comensales.

Los mismos fenicios anteriores también hicieron un estudio acerca de los... digamos, efectos colaterales del acto de defecar. Muchos de dichos efectos son involuntarios y se asemejan a lo que ocurre en los terremotos. Cuando hay un fuerte terremoto es normal que se produzcan pequeñas réplicas. Aquí ocurre lo mismo, antes, durante e incluso después de efectuar el grueso de la expulsión de sustancias no deseadas se producen pequeñas "réplicas", en forma de aire expulsado de forma plosiva impregnado del efluvio de la sustancia a eliminar. Dichas expulsiones son claramente desagradables a oídos ajenos (menos, a oídos propios) y requieren de una privacidad de la que los "filósofos" no disponían en ese momento. Por tanto, cada uno de los tres esperaba en vano que los otros se diesen por vencidos, abandonando el baño y permitiendo al filósofo ganador en su soledad completar la operación, se produjo por tanto un interbloqueo entre ellos. En este caso el recurso compartido era el baño en sí mismo y la imposibilidad de completar la misión para la que allí se encontraban si no era en soledad.

Después de esta disertación sólo espero que alguno de ellos triunfara, porque si el problema de los filósofos comensales podía acabar en inanición, el trágico final de los filósofos cagones podía ser incluso peor. Esperemos que los fideos previamente ingeridos no estuvieran en mal estado.